Fondare 27 Risultati per: extraños
Si abandonáis al Señor para servir a dioses extraños, él se volverá contra vosotros y, después de haberos hecho tanto bien, os hará el mal y os exterminará". (Josué 24, 20)
Y ahora, que el rey, mi señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños. (I Samuel 26, 19)
que el acreedor se haga con todo lo que tiene, y el fruto de su trabajo se lo roben los extraños; (Salmos 109, 11)
para que no disfruten extraños de tu hacienda, y el fruto de tu trabajo no vaya a casa de un desconocido; (Proverbios 5, 10)
Sean para ti solo, y no para extraños a la vez. (Proverbios 5, 17)
Porque el principio de la soberbia es el pecado, el poseído por ella hace llover las calamidades. Por eso el Señor envió extraños castigos y los redujo a la nada. (Eclesiástico 10, 13)
Hombre que mira a mesa ajena con ansia vive una vida que no debe tenerse por vida; mancha su alma con manjares extraños. El hombre instruido y bien educado se guardará de ellos. (Eclesiástico 40, 29)
Extranjeros vendrán a apacentar vuestros rebaños, extraños serán vuestros labradores y vendimiadores. (Isaías 61, 5)
Y yo pronunciaré mis sentencias contra ellas, contra toda su malicia, porque me han abandonado para quemar incienso a dioses extraños, para postrarse ante la obra de sus manos. (Jeremías 1, 16)
Tan sólo reconoce tu iniquidad: Te has rebelado contra el Señor, tu Dios, has ido a todas partes en pos de extraños y no has escuchado mi voz, dice el Señor. (Jeremías 3, 13)
Y cuando pregunten: "¿Por qué el Señor, nuestro Dios, ha hecho todo esto con nosotros?", les responderás: "Como vosotros me habéis abandonado para servir en vuestro país a dioses extraños, de igual modo serviréis a extranjeros en un país que no es vuestro". (Jeremías 5, 19)
si no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda; si no derramáis sangre inocente en este lugar; si no vais, para daño vuestro, en pos de dioses extraños, (Jeremías 7, 6)