Fondare 427 Risultati per: jacob y la bendición

  • Escuchad, jefes de Jacob, magistrados de la casa de Israel. ¿No es cosa vuestra conocer el derecho? (Miqueas 3, 1)

  • Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado. (Miqueas 3, 8)

  • Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • acudirán numerosas naciones y dirán: "Venid, subamos al monte del Señor, al templo del Dios de Jacob; él nos enseñará sus caminos, y nosotros seguiremos sus senderos". Pues la ley saldrá de Sión, y la palabra de Dios de Jerusalén. (Miqueas 4, 2)

  • Y el resto de Jacob será, en medio de la multitud de los pueblos, como rocío que viene del Señor, como lluvia sobre la hierba, que no aguarda a los hombres ni espera nada de los mortales. (Miqueas 5, 6)

  • Entonces el resto de Jacob será entre las naciones, en medio de la multitud de los pueblos, como el león entre las fieras de la selva, como el leoncillo entre los rebaños de ganado menor, que pasa, pisotea y arrebata sin que nadie pueda arrancar su presa. (Miqueas 5, 7)

  • Concede a Jacob tu fidelidad, tu misericordia a Abrahán, como juraste a nuestros padres desde los días de antaño. (Miqueas 7, 20)

  • pues el Señor restablece la viña de Jacob y la viña de Israel; los ladrones la habían despojado, habían destruido sus sarmientos. (Nahún 2, 3)

  • a ver si sigue faltando el grano en el granero, y si la vid, la higuera, el granado y el olivo no llevan fruto. Porque a partir de hoy yo os doy la bendición". (Ageo 2, 19)

  • "Yo os amo", dice el Señor; y vosotros decís: "¿Cómo que nos amas?". "¿No era acaso Esaú hermano de Jacob? -dice el Señor-. Sin embargo, yo amé a Jacob (Malaquías 1, 2)

  • ¡Al hombre que procede de tal manera, sea el que sea, que el Señor lo extermine de las tiendas de Jacob y del número de aquellos que presentan ofrendas al Señor todopoderoso! (Malaquías 2, 12)

  • Pues yo, el Señor, no cambio; y vosotros no dejáis de ser hijos de Jacob. (Malaquías 3, 6)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina