Fondare 249 Risultati per: libro de Esdras
Y tú, Esdras, conforme a la sabiduría de tu Dios que posees, establecerás jueces y magistrados que administren justicia a todo el pueblo de Transeufratina, es decir, a todos los que conocen la ley de tu Dios. A quienes la ignoran, habréis de enseñársela. (Esdras 7, 25)
Por fin partimos del río Ahavá hacia Jerusalén el día doce del primer mes; nuestro Dios nos protegió durante el viaje, y nos libró de toda violencia de enemigos y saqueadores. (Esdras 8, 31)
Mientras Esdras oraba y hacía esta confesión llorando y postrado ante el templo de Dios, se congregó junto a él una gran multitud de israelitas, mujeres y niños; todos lloraban amargamente. (Esdras 10, 1)
Entonces Secanías, hijo de Yejiel, descendiente de Elán, tomó la palabra y dijo a Esdras: "Hemos sido infieles a Dios casándonos con mujeres extranjeras de naciones paganas. No obstante, todavía le queda una esperanza a Israel. (Esdras 10, 2)
Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes y los levitas y a todo Israel que actuarían así. Y ellos lo juraron. (Esdras 10, 5)
Esdras se retiró del templo de Dios y se fue al aposento de Jojanán, hijo de Eliasib, donde pasó la noche sin comer pan ni beber agua; tan desolado estaba con la prevaricación de los repatriados. (Esdras 10, 6)
El sacerdote Esdras se levantó y dijo: "Vosotros habéis prevaricado casándoos con mujeres extranjeras; a tantos otros delitos de Israel habéis añadido también éste. (Esdras 10, 10)
Los repatriados hicieron como se había propuesto. El sacerdote Esdras escogió como colaboradores a los cabezas de familia, según sus casas patriarcales, todos ellos designados nominalmente. Iniciaron éstos sus revisiones para examinar la situación el día uno del décimo mes. (Esdras 10, 16)
Mi Dios me inspiró la idea de reunir a los nobles, a los prefectos y al pueblo para hacer el censo. Tomé el libro del registro genealógico de los que habían vuelto la primera vez, y encontré escrito en él lo siguiente: (Nehemías 7, 5)
En el mes séptimo, cuando ya todos los israelitas estaban instalados en sus ciudades, el pueblo entero se congregó como un solo hombre en la plaza de la puerta del Agua y dijo al escriba Esdras que trajese el libro de la ley de Moisés, dada por el Señor a Israel. (Nehemías 8, 1)
El día primero del séptimo mes, el sacerdote Esdras presentó la ley ante la comunidad, integrada por hombres y mujeres y cuantos tenían uso de razón. (Nehemías 8, 2)
La estuvo leyendo en la plaza de la puerta del Agua desde por la mañana temprano hasta el mediodía ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley. (Nehemías 8, 3)