Fondare 364 Risultati per: oración de salomón

  • "Vete a decir a Ezequías. Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a curar. Dentro de tres días podrás subir al templo del Señor. Y te daré quince años más de vida. (Isaías 38, 5)

  • los llevaré a mi monte santo y les daré alegría en mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos en mi altar, pues mi casa se llamará casa de oración para todos los pueblos. (Isaías 56, 7)

  • Las dos columnas, la gran pila para el agua, los doce bueyes de bronce que la sostenían y las basas que había hecho el rey Salomón para el templo del Señor; era imposible calcular lo que pesaba el bronce de todo esto. (Jeremías 52, 20)

  • Te has envuelto en una nube, para que no pasara la oración. (Lamentaciones 3, 44)

  • Mi grito oíste: "No cierres tu oído a mi oración". (Lamentaciones 3, 56)

  • Escucha, Señor, nuestra oración y nuestra súplica, líbranos por tu honor y haz que ganemos el favor de los que nos deportaron, (Baruc 2, 14)

  • Todos los jefes del reino, prefectos y sátrapas, ministros y gobernadores, han llegado a la conclusión de que debe promulgarse el siguiente decreto real que tenga valor de ley: Todo el que en el espacio de treinta días dirija una oración a cualquier dios u hombre, fuera de ti, oh rey, será arrojado en el foso de los leones. (Daniel 6, 8)

  • En seguida se presentaron al rey y le dijeron a propósito del decreto de prohibición: "¿No has firmado una prohibición que todo el que en el espacio de treinta días dirija una oración a cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea arrojado en la fosa de los leones?". El rey respondió: "Sí, así está establecido según la ley de los medos y los persas, que es irrevocable". (Daniel 6, 13)

  • "Pues bien -respondieron-, Daniel, ese deportado de Judá, no hace caso ni de ti, oh rey, ni de la prohibición que has firmado, sino que tres veces al día hace su oración". (Daniel 6, 14)

  • Ahora, pues, oh Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo y sus súplicas y, por amor de ti mismo, haz brillar tu rostro sobre tu desolado santuario. (Daniel 9, 17)

  • aún tenía en los labios las palabras de mi oración, cuando Gabriel, aquel personaje que había visto anteriormente en visión, volando raudo, se acercó a mí, hacia la hora de la ofrenda de la tarde, (Daniel 9, 21)

  • Al comienzo de tu oración se pronunció una palabra y he venido a comunicártela, porque tú eres el preferido por Dios. Presta, pues, atención a la palabra y entiende la visión. (Daniel 9, 23)


“Viva sempre sob o olhar do Bom Pastor e você ficara’ imune aos pastos contaminados.” São Padre Pio de Pietrelcina