Fondare 1018 Risultati per: padre ciego

  • aparece sin padre, sin madre y sin antepasados; no se conoce ni su nacimiento ni su muerte; a semejanza del Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. (Hebreos 7, 3)

  • pues Leví estaba ya en las entrañas de su padre Abrahán cuando le salió al encuentro Melquisedec. (Hebreos 7, 10)

  • El castigo que soportáis os sirve para educaros. Dios os trata como a hijos. ¿Hay algún hijo que no sea corregido por su padre? (Hebreos 12, 7)

  • Además, si nosotros respetábamos a nuestros padres cuando nos corregían, ¿con cuánta mayor razón debemos someternos a nuestro Padre celestial para tener la vida? (Hebreos 12, 9)

  • Todo don excelente y todo don perfecto viene de lo alto, del Padre de las luces, en el que no hay cambio ni sombra de variación. (Santiago 1, 17)

  • La práctica religiosa pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y en guardarse de los vicios del mundo. (Santiago 1, 27)

  • Abrahán, nuestro Padre, ¿no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? (Santiago 2, 21)

  • Con ella bendecimos al Señor, nuestro Padre; y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios. (Santiago 3, 9)

  • elegidos por designio de Dios Padre para ser santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y ser purificados con su sangre os deseo la gracia y la paz en abundancia (I Pedro 1, 2)

  • Bendito sea Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo que llevado de su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos a una esperanza viva (I Pedro 1, 3)

  • Y si invocáis como Padre al que juzga imparcialmente a cada uno según sus obras comportaos respetuosamente mientras estáis de paso en este mundo. (I Pedro 1, 17)

  • Al contrario, el que carece de ellas es ciego y miope, que se ha olvidado de purificar sus antiguos pecados. (II Pedro 1, 9)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina