Fondare 361 Risultati per: sed

  • Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: "Esto dice el Señor: Con éstos acornearás tú a los sirios hasta exterminarlos". (II Crónicas 18, 10)

  • Y el Señor decía: ¿Quién seducirá a Ajab, rey de Israel, para que vaya y muera en Ramot de Galaad? Y uno proponía una cosa y otro otra. (II Crónicas 18, 19)

  • Pero se adelantó un espíritu, y de pie ante el Señor dijo: Yo lo seduciré. El Señor le preguntó: ¿Cómo? (II Crónicas 18, 20)

  • Él respondió: Iré y seré espíritu de mentira en la boca de todos sus profetas. El Señor dijo: Tú lograrás seducirlo; vete y hazlo así. (II Crónicas 18, 21)

  • Entonces Sedecías, hijo de Canaaná, dio una bofetada a Miqueas, y le dijo: "¿Es que el espíritu del Señor me ha dejado a mí para hablarte a ti?". (II Crónicas 18, 23)

  • Temed al Señor, sed justos, porque el Señor no tolera la injusticia, la parcialidad y el soborno". (II Crónicas 19, 7)

  • Más aún, levantó lugares de culto sobre los montes de Judá, empujó hacia la idolatría a los mismos habitantes de Jerusalén y sedujo a Judá. (II Crónicas 21, 11)

  • Reunió a los sacerdotes y levitas y les dijo: "Recorred las ciudades de Judá y reunid fondos de todo Israel para reparar, según las necesidades de cada año, el templo de nuestro Dios. Sed diligentes en las obras". Pero los levitas no se mostraron diligentes. (II Crónicas 24, 5)

  • Vino contra él Teglat-Falasar, rey de Asiria, y en vez de apoyarlo lo asedió. (II Crónicas 28, 20)

  • Mientras estaba asediado, el rey Acaz aumentó sus pecados contra el Señor. (II Crónicas 28, 22)

  • Después de estos hechos y actos de fidelidad, vino Senaquerib, rey de Asiria, invadió Judá y asedió las ciudades fortificadas con el propósito de conquistarlas. (II Crónicas 32, 1)

  • "Sed fuertes, tened valor. No tengáis miedo ante el rey de Asiria y ante esa horda que le acompaña, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con él. (II Crónicas 32, 7)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina