Fondare 53 Risultati per: zarza ardiente

  • Allí se le apareció el ángel del Señor en llama de fuego, en medio de una zarza. Miró, y vio que la zarza ardía sin consumirse. (Exodo 3, 2)

  • Moisés se dijo: "Voy a acercarme a ver esta gran visión; por qué la zarza no se consume". (Exodo 3, 3)

  • El Señor vio que se acercaba para mirar y lo llamó desde la zarza: "¡Moisés! ¡Moisés!". Y él respondió: "Aquí estoy". (Exodo 3, 4)

  • con lo mejor de la tierra y su abundancia, gracioso don del que se apareció en la zarza; descienda todo esto sobre la cabeza de José, el escogido entre sus hermanos. (Deuteronomio 33, 16)

  • Y pusieron sobre él un gran montón de piedras, que existe hasta el día de hoy. Entonces el Señor aplacó su ardiente cólera. Por eso aquel lugar recibió el nombre de valle de Acor hasta el día de hoy. (Josué 7, 26)

  • Por fin, los árboles dijeron a la zarza espinosa: Ven tú, reina sobre nosotros. (Jueces 9, 14)

  • La zarza espinosa les respondió: Si de verdad queréis ungirme por vuestro rey, venid y refugiaos a mi sombra; y si no, saldrá fuego de la zarza y devorará a los cedros del Líbano. (Jueces 9, 15)

  • Escuchadme, y devolved los prisioneros que habéis hecho a vuestros hermanos, porque os amenaza la ardiente ira del Señor". (II Crónicas 28, 11)

  • y les dijeron: "No traigáis aquí a los prisioneros, pues nos haríamos culpables ante el Señor. Habláis de aumentar nuestros pecados y nuestras deudas, pero nuestra culpa es ya ciertamente enorme, y la ardiente ira del Señor amenaza a Israel". (II Crónicas 28, 13)

  • Judit entró y se sentó. Holofernes sintió una fuerte pasión por ella y un ardiente deseo de poseerla; desde que la había visto aguardaba el momento de seducirla. (Judit 12, 16)

  • Antes que vuestras ollas sientan la llama de la zarza, sea verde o quemada, las barra el huracán. (Salmos 58, 10)

  • Maskil de Asaf ¿Por qué este rechazar, Señor, sin fin?, ¿por qué esta ardiente cólera contra el rebaño de tus pastos? (Salmos 74, 1)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina