25. Pues bien, al tercer día, mientras ellos estaban adoloridos, dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, blandieron cada uno su espada y entrando en la ciudad sin peligro mataron a todo varón.





“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina