11. Yo seguía mirando, atraído por el ruido de las palabras monstruosas que aquel cuerno profería, hasta que mataron a la bestia, la descuartizaron y la arrojaron a las llamas ardientes.





“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina