3. Rogó así al Señor, Dios de Israel: "Señor mío, rey nuestro, tú eres único. Ayúdame en mi soledad, pues no tengo otro socorro que tú,





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina