16. Y me llevó al atrio interior del templo del Señor. A la entrada del templo del Señor, entre el vestíbulo y el altar, veinticinco hombres, vueltas sus espaldas al santuario del Señor y sus rostros a oriente, se postraban hacia oriente ante el sol.





“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina