18. Acércate el primero y cumple el mandato del rey, como lo han hecho los de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Tú y los tuyos seríais honrados con la amistad del rey, y premiados con plata, oro y muchos regalos".





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina