22. La mujer, con su sabiduría, convenció a toda la ciudad, cortaron la cabeza a Sebá, hijo de Bicrí, y se la tiraron a Joab. Éste hizo sonar la trompeta y se alejaron de la ciudad, cada cual a su casa. Joab volvió a Jerusalén junto al rey.





“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina