20. Cuando las gentes de Ay volvieron la vista atrás, vieron una humareda que subía de la ciudad hasta el cielo. Ya no pudieron ponerse a salvo por ningún lado, porque los israelitas que huían hacia el desierto se volvieron contra ellos.





“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina