Salmos, 28
1. De David A ti clamo, Señor; roca mía, no te hagas el sordo; si tú te quedas mudo, yo seré como los que bajan a la tumba.
1. De David A ti clamo, Señor; roca mía, no te hagas el sordo; si tú te quedas mudo, yo seré como los que bajan a la tumba.
“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina