Génesis, 46

30. Y dijo Israel a José: «Ahora ya puedo morir, después de haber visto tu rostro, pues que tú vives todavía.»

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Génesis 46 informa el viaje de Jacob y su familia a Egipto, donde Joseph les espera salvarlos del hambre que plagó la tierra. Jacob ofrece sacrificios a Dios en Beerheba antes de irse y, al llegar a Egipto, se le presenta a Faraón. Los cinco versos a continuación fueron seleccionados por su relevancia con los temas cubiertos en este capítulo.

Génesis 28:13-15: "Y he aquí, el Señor estaba sobre él y dijo: Soy el Señor Dios de Abraham, tu Padre, y el Dios de Isaac; esta tierra en la que estás acostado, te daré y suyo descenso. Y su descendencia será como el polvo de la tierra, y se extenderá hacia el oeste, el este, y hacia el norte, y hacia el sur; y en usted y en su descendencia, todas las familias de la tierra Seré bendecido. He aquí, estoy contigo, y te mantendré donde sea que estés, y te haré hacer esta tierra; porque no te dejaré, hasta que haya cumplido lo que te he dicho ". El viaje de Jacob y su familia a Egipto es un ejemplo de la fidelidad de Dios para cumplir con sus promesas de protección y bendición para la descendencia de Abraham.

Éxodo 1:7: "Y los hijos de Israel se fructentaron y aumentaron mucho, y se multiplicaron, y se fortalecieron enormemente; para que la tierra se llenara de ellos". El cumplimiento de la promesa de Dios de que la descendencia de Abraham sería numerosa comienza a verse cuando Jacob y su familia lleguen a Egipto.

Éxodo 20:12: "Honra a tu Padre y a tu madre, para que tus días puedan apoyarse en la tierra que el Señor tu Dios te da". Jacob honró a su padre y su abuelo antes que él, y ahora él y su familia están siendo bendecidos por la fidelidad de Dios a estas promesas.

Éxodo 23:25: "Y servirás al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua; y me quitaré la enfermedad". La bendición de Dios sobre Jacob y su familia es evidente en el hecho de que encontraron un lugar para vivir en Egipto durante el hambre y fueron recibidos por Faraón.

Joshua 24:15: "Pero si te parece malvado a tus ojos servir al Señor, elegí hoy para aquellos que sirven; si a los dioses a quienes sirvieron a tus padres, que estaban en el río, o a los dioses de Los amoritos, en cuya tierra de vivienda, pero yo y yo serviremos al Señor ". La decisión de Jacob y su familia de confiar en Dios y seguir sus planes es un ejemplo para nosotros cómo debemos confiar en Dios en todas las circunstancias de la vida.