18. Te aconsejo que me compres oro acrisolado en el fuego para enriquecerte, vestiduras blancas para vestirte, y que no aparezca la vergüenza de tu desnudez, y un colirio para que unjas tus ojos y veas.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina