Deuteronomio, 19
20. Los demás, al saberlo, temerán y no volverán a cometer tal villanía.
20. Los demás, al saberlo, temerán y no volverán a cometer tal villanía.
Deuteronomio 19 se ocupa de las ciudades de refugio, que eran lugares designados donde alguien que cometió un homicidio intencional podría escapar para protegerse de la venganza de los familiares de la víctima. Las tres ciudades de refugio deben distribuirse de manera equitativa en la tierra de Israel. El capítulo también instruye que nadie debería presenciar falsamente contra su vecino, y que aquellos que son testigos deben tener cuidado con sus palabras y acciones.
Proverbios 14:5: "El testigo fiel no mentirá, pero el falso testigo hablará mentiras". Este versículo destaca la importancia de la veracidad del testimonio y la gravedad de presenciar falsamente contra otra persona.
Mateo 5:21-22: "Has oído que se les ha dicho a los antiguos, no matarás; pero cualquier matar será acusado de juicio. Pero te digo a ti, quien, sin ninguna razón, para ser llorado contra Su hermano, será acusado de juicio; y lo que le digas a tu hermano: RACA será un acusado del Sanedrín; y quien le diga: Loco, será un acusado del infierno ". Jesús reitera la importancia de no matar, pero también enfatiza la importancia de controlar la ira y tener cuidado con las palabras que se dicen.
Éxodo 23:7: "De las palabras de falsedad te alejarás, y no matarás a los inocentes y los justos; porque no justificaré a los malvados". Este versículo destaca la importancia de evitar la falsedad y no matar injustamente.
Proverbios 19:5: "El testigo falso no estará impune, y lo que respira mentirá no escapará". Este versículo destaca la consecuencia de falsos testigos y mentiras, que es el castigo divino.
Isaías 1:17: "Aprenda a hacerlo bien; busca lo que es justo; ayuda a los oprimidos; hacer justicia al huérfano; lidiar con la causa de las viudas". Este versículo enfatiza la importancia de la justicia y el tratamiento vulnerable con la amabilidad y la compasión, temas relacionados con la idea de las ciudades de refugio en Deuteronomio 19.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina