18. Me postré luego en presencia del Señor. Como la primera vez, estuve durante cuarenta días sin comer ni beber por causa del pecado que vosotros habíais cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor hasta el punto de irritarle;





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina