4. Mardoqueo era en realidad grande en palacio. Su fama había llegado a todas las provincias, y cada día aparecía más poderoso.





“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina