1. Isaac era ya viejo y se había quedado ciego. Llamó a su hijo mayor, Esaú, y le dijo: "¡Hijo mío!". "Aquí estoy", respondió él.





“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina