14. Entonces David gritó a los soldados y a Abner, hijo de Ner: "¡Abner!, ¿no respondes?". Abner respondió: "¿Quién eres tú para gritar así al rey?".





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina