23. Pero él, elevándose a más altas resoluciones, dignas de su edad y de su venerable ancianidad, de sus cabellos ya blancos y de su vida irreprensible desde la infancia, y sobre todo de las santas leyes establecidas por Dios, respondió que prefería que lo llevaran a la muerte.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina