18. En efecto, el hombre de Dios dijo al rey: "Mañana, a estas horas, en la puerta de Samaría, quince kilos de flor de harina o treinta de cebada valdrán una moneda de plata";





“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina