26. ¿No fue éste el pecado de Salomón, rey de Israel? Y eso que entre tantas naciones no había un rey semejante a él: era amado de su Dios, y Dios le había constituido rey de todo Israel; sin embargo, también a él lo arrastraron al pecado las mujeres extranjeras.





“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina