9. Esto es lo que te corresponderá de las cosas consagradas, no consumidas por el fuego: todas las ofrendas que me hagan los israelitas, las ofrendas de harina, los sacrificios por el pecado y los sacrificios de reconciliación; estas cosas consagradas son para ti y tus hijos.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina