11. El rey David los consagró también a Yavé con la plata y el oro que había tomado a todas las naciones; a Edom, a Moab, a los hijos de Ammón, a los filisteos y a los amalecitas.





“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina