26. Mas, después de haberse puesto orgulloso, se humilló Ezequías, él y los habitantes de Jerusalén; y por eso no estalló contra ellos la cólera de Yavé en los días de Ezequías.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina