17. Animados por estas bellísimas palabras de Judas, capaces de estimular el valor y de robustecer las almas jóvenes, decidieron no establecer un campamento con defensas sino lanzarse valerosamente a la ofensiva y resolver la situación luchando con toda valentía, pues estaba en peligro la Ciudad Santa de Jerusalén, la religión y el Templo.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina