Ester, 5

14. Su esposa y sus amigos lo aconsejaron entonces: «Manda preparar una horca de unos veinticinco metros de alto y mañana temprano le pides al rey que haga colgar de ella a Mardoqueo. Así podrás ir sin problemas al banquete que te tienen ofrecido.» Le pareció buena la idea a Amán y mandó que levantaran una horca.

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Esther 5 cuenta cómo la reina Esther asistió ante el rey Ahasuerero en busca de ayuda para salvar a su gente de la muerte. Ella invita al rey a una fiesta y promete revelar su solicitud al día siguiente. Hamán, el enemigo de los judíos, está feliz de ser invitado al banquete, pero se enoja al ver a Mordecai, quien se niega a inclinarse ante él. Los siguientes son cinco versos relacionados con los temas cubiertos en Esther 5:

Salmo 37:5: "Entregue su camino hacia el Señor, confíe en él, y lo máximo hará". Esther pone su vida en riesgo cuando aparece ante el rey sin ser invitada, pero confía en Dios para ayudarla a salvar a su pueblo. Este versículo muestra la importancia de la confianza en Dios, incluso en situaciones difíciles.

Proverbios 16:9: "El corazón del hombre se abre camino, pero el Señor le da los pasos". Aunque Esther tiene un plan para salvar a su pueblo, es Dios quien dirige los eventos en sus vidas. Este versículo enfatiza la soberanía de Dios sobre todas las cosas.

Éxodo 17:14: "Luego dijo el Señor a Moisés, escriba esto a la memoria en un libro e repórtelo a los oídos de Joshua; que rascaré totalmente el recuerdo de Amaleque bajo el cielo". Hamán es descendiente de los Amalequitas, un pueblo que siempre ha sido el enemigo de los judíos. Este versículo muestra cómo Dios siempre ha protegido a su pueblo y castigó a sus enemigos.

Isaías 54:17: "Todas las herramientas preparadas en su contra no prosperarán; y todo lenguaje que salga en su contra en el juicio, condenará; esta es la herencia de los siervos del Señor, y su derecho a proceder, dice el Señor". Hamán conspiró para destruir a los judíos, pero Dios estaba protegiendo a su pueblo. Este versículo muestra la protección que Dios le da a sus siervos.

Romanos 12:19: "No se vengarán, amados, sino que le darán la ira de Dios, porque está escrita, mi venganza; recompensaré, diré el Señor". Aunque Mordecai fue maltratado por Hamán, buscó venganza, pero que Dios lidie con su enemigo. Este versículo enfatiza la importancia del perdón y la justicia de Dios.