Exodo, 10
19. el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las langostas hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.
19. el cual hizo soplar un viento muy fuerte del mar, que arrastró todas las langostas hasta el mar Rojo. Ni una sola quedó en todo el territorio de Egipto.
“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina