19. Ante mi vista, los querubines abrieron sus alas para elevarse desde la tierra, y salieron acompañados por las ruedas; se detuvieron a la entrada de la puerta oriental del Templo de Yavé, con la Gloria del Dios de Israel que descansaba sobre ellos.





“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina