35. También los amorreos se mantuvieron en Har-Jerés, en Ayalón y en Selebín, pero cuando la tribu de José se sintió más fuerte, los obligó a pagar impuestos.





“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina