3. Su madre respondió: «¡Que mi hijo sea bendito de Yavé!» Y él le devolvió los mil cien siclos de plata. Pero su madre le dijo: «Yo quería consagrar este dinero a Yavé y dárselo de mi propia mano, para que, con este dinero, mi hijo se hiciera una estatua con una cubierta de metal. Así que te doy esta plata.»





“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina