2. ¡Señor, cuántos son mis adversarios, cuántos los que se alzan contra mí!

3. ¡Cuántos los que me dicen: "Ya no tienes en Dios salvación"!

4. Mas tú, Señor, eres mi escudo, mi gloria, el que levanta mi cabeza.

5. Tan pronto como llamo al Señor, me responde desde su monte santo.

6. Yo me acuesto y me duermo, y me levanto: el Señor me sostiene.

7. No le temo al pueblo que me rodea, que por todas partes me amenaza.

8. ¡Levántate, Señor! ¡Sálvame, oh Dios mío! Tú golpeas en la cara a mis enemigos y a los malvados les rompes los dientes.

9. La salvación viene del Señor, que tu bendición venga sobre tu pueblo.





“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina