Znaleziono 1194 Wyniki dla: �Hombres

  • Quien de esta forma sirve a Cristo, agrada a Dios y también es apreciado por los hombres. (Carta a los Romanos 14, 18)

  • Pues las locuras de Dios tienen más sabiduría que los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que los hombres. (1º Carta a los Corintios 1, 25)

  • Así que no se sientan orgullosos de sus grandes hombres. Piensen que todo es para ustedes: (1º Carta a los Corintios 3, 21)

  • Porque me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha colocado en el último lugar, como condenados a muerte; somos un espectáculo divertido para el mundo, para los ángeles y para los hombres. (1º Carta a los Corintios 4, 9)

  • Ustedes han sido comprados a un precio muy alto; no se hagan esclavos de otros hombres. (1º Carta a los Corintios 7, 23)

  • Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe. (1º Carta a los Corintios 13, 1)

  • El que habla en lenguas habla a Dios, pero no a los hombres, pues nadie le entiende cuando habla en espíritu y dice cosas misteriosas. (1º Carta a los Corintios 14, 2)

  • Si nuestra esperanza en Cristo se termina con la vida presente, somos los más infelices de todos los hombres. (1º Carta a los Corintios 15, 19)

  • Estén alerta, manténganse firmes en la fe, sean hombres, sean fuertes. (1º Carta a los Corintios 16, 13)

  • Sabemos que si nuestra casa terrena o, mejor dicho, nuestra tienda de campaña, llega a desmontarse, Dios nos tiene reservado un edificio no levantado por mano de hombres, una casa para siempre en los cielos. (2º Carta a los Corintios 5, 1)

  • Con esa visión del temor al Señor procuramos convencer a los hombres viviendo con sinceridad ante Dios, y confío que también ustedes se dan cuenta de que no disimulamos nada. (2º Carta a los Corintios 5, 11)

  • Pues en Cristo Dios estaba reconciliando el mundo con él; ya no tomaba en cuenta los pecados de los hombres, sino que a nosotros nos entregaba el mensaje de la reconciliación. (2º Carta a los Corintios 5, 19)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina