Znaleziono 29 Wyniki dla: Carmelo

  • Ahora bien, manda que se reúnan conmigo en el monte Carmelo todos los israelitas y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal a quienes mantiene Jezabel.» (1 Reyes 18, 19)

  • Ajab avisó a todo el pueblo de Israel y reunió a todos los profetas de Baal en el monte Carmelo. (1 Reyes 18, 20)

  • Subió Ajab a comer y beber, mientras que Elías subía a la cumbre del monte Carmelo, donde se postró con el rostro entre las rodillas. (1 Reyes 18, 42)

  • De allí Eliseo partió para el monte Carmelo, y regresó a Samaria. (2 Reyes 2, 25)

  • Llegó al monte Carmelo, donde el hombre de Dios. Eliseo la vio de lejos y dijo a su muchacho: «Ahí viene nuestra sunamita. (2 Reyes 4, 25)

  • Por boca de tus mensajeros has insultado a Yavé y dijiste: Con mis muchos carros armados subo a la cumbre de los montes, a las laderas del Líbano. He derribado sus altos cedros, sus cipreses más hermosos y sus mejores abetos; he penetrado hasta sus últimos refugios y las frondosas selvas de su Carmelo. (2 Reyes 19, 23)

  • Estos son los hijos que le nacieron a David en Hebrón: el primogénito Amnón, hijo de Ajinoam, de Jizreel; el segundo, Daniel, hijo de Abigaíl de Carmelo; (1 Crónicas 3, 1)

  • Jesró, de Carmelo; Naray, hijo de Esbay; (1 Crónicas 11, 37)

  • a las poblaciones del Carmelo, Galaad, alta Galilea, la gran llanura de Esdrelón, (Judit 1, 8)

  • Tu cabeza se yergue: es el Carmelo, tu cabellera tiene reflejos de púrpura; un rey se halla preso en sus trenzas. (Cantar 7, 6)

  • La tierra está de luto y se muere, el Líbano ha sido humillado y queda árido, el Sarón parece un desierto, y un peladero, el Basán y el Carmelo. (Isaías 33, 9)

  • Que se llene de flores como junquillos, que salte y cante de contenta, pues le han regalado el esplendor del Líbano y el brillo del Carmelo y del Sarón. Ellos a su vez verán el esplendor de Yavé, todo el brillo de nuestro Dios. (Isaías 35, 2)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina