Znaleziono 886 Wyniki dla: David huye

  • David salió de allí y se refugió en la caverna de Adulam. Al saberlo sus hermanos y toda la familia de su padre, bajaron a recibirlo. (1 Samuel 22, 1)

  • De allí, David se fue a Mispé de Moab y dijo al rey de Moab: «¿Podrían quedarse con ustedes mi padre y mi madre hasta que yo sepa qué va a hacer Dios conmigo?» (1 Samuel 22, 3)

  • Los dejó, pues, con el rey de Moab, con quien estuvieron todo el tiempo que David permaneció en el refugio. (1 Samuel 22, 4)

  • El profeta Gad dijo a David: «No te quedes en el refugio. Vuelve a las tierras de Judá.» Partió David y entró en el bosque de Jeret. (1 Samuel 22, 5)

  • Supo Saúl que David y los hombres que lo acompañaban habían sido descubiertos. Y estando Saúl en Guibea, en el alto, debajo del tamarisco, con la lanza en la mano, rodeado de todos sus oficiales, (1 Samuel 22, 6)

  • A lo que respondió Ajimelec: «¿Quién ha habido entre todos tus servidores que sea tan leal como David, yerno del rey, jefe de tu guardia personal y respetado por toda tu gente? (1 Samuel 22, 14)

  • En seguida el rey dijo a los de su guardia que estaban a su lado: «Acérquense y maten a los sacerdotes de Yavé, porque también están con David y, sabiendo que él huía, no me lo comunicaron.» Pero los servidores del rey no quisieron levantar su mano para herir a los sacerdotes de Yavé. (1 Samuel 22, 17)

  • Con todo, pudo escapar un hijo de Ajimelec, hijo de Ajitub, llamado Abiatar, quien huyó donde David (1 Samuel 22, 20)

  • David respondió a Abiatar: «Ya sabía yo aquel día que, estando Doeg el edomita, no dejaría de avisar a Saúl. Yo soy el responsable de que haya perecido la familia de tu padre. (1 Samuel 22, 22)

  • Vinieron a avisarle a David que los filisteos estaban atacando a Queilá y destruyendo las eras. (1 Samuel 23, 1)

  • David consultó a Yavé si iba o no a luchar con los filisteos. La respuesta fue: «Anda, pues derrotarás a los filisteos y librarás a Queilá.» (1 Samuel 23, 2)

  • Entonces David volvió a consultar a Yavé, quien le respondió: «Animo, baja a Queilá, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos.» (1 Samuel 23, 4)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina