Znaleziono 28 Wyniki dla: Flores

  • Pero los impíos perecerán y sus hijos mendigarán el pan. Los que odian al Señor desaparecen como flores del prado, y se desvanecen como el humo. (Salmos 37, 20)

  • Los plantados en la casa del Señor darán flores en los patios de nuestro Dios. (Salmos 92, 14)

  • Por el contrario, eran obligados a celebrar mensualmente el día del rey con un sacrificio. Así también, cuando llegaban las fiestas de Dionisio, eran obligados a seguir su desfile y a ponerse coronas de flores. (2 Macabeos 6, 7)

  • Han aparecido las flores en la tierra, ha llegado el tiempo de las canciones, se oye el arrullo de la tórtola en nuestra tierra. (Cantar 2, 12)

  • Mi amado bajó a su huerto, donde se cultivan flores olorosas, pastorea su rebaño en los jardines y va a recoger lirios. (Cantar 6, 2)

  • Había bajado a los nogales para ver las flores del valle, por ver si la viña estaba brotando y florecían los granados. (Cantar 6, 11)

  • de mañana iremos a las viñas; veremos si las parras han brotado, si se abren las flores y florecen los granados. Allí te entregaré todo mi amor. (Cantar 7, 13)

  • Florecí como una vid, con flores agradables a la vista que dieron frutos de gloria y riqueza. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 17)

  • Pero pensé: "Voy a regar mi jardín, voy a rociar mis flores" ¡Y he aquí que mi arroyo se convirtió en un río, y mi río, en un mar! (Sirácides (Eclesiástico) 24, 31)

  • Expandan un olor agradable como el incienso, que se abran sus flores como el lirio, den su perfume y entonen un canto ¡Bendigan al Señor por todas sus obras! (Sirácides (Eclesiástico) 39, 14)

  • ¡Ay de esa ciudad, pretenciosa corona de los borrachos de Efraím, esplendido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil! ¡Todos quedan tendidos por el vino! (Isaías 28, 1)

  • Su esplendido adorno de flores marchitas en lo alto del valle fértil será como la primera breva que madura, que, en cuanto uno la ve, la toma con la mano y se las come. (Isaías 28, 4)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina