Znaleziono 317 Wyniki dla: Habitantes

  • Así dijo Yavé: Desde el norte llegan aguas desbordadas: es un río caudaloso, que inunda el país y cuanto él contiene, las ciudades y sus habitantes. Por todas partes se escuchan gritos, y los habitantes del país se lamentan. (Jeremías 47, 2)

  • Salgan de las ciudades y váyanse a los cerros, habitantes de Moab. Imiten a las palomas, que hacen sus nidos al borde del precipicio. (Jeremías 48, 28)

  • Moab ha sido destruido y queda sin habitantes, porque se alzó contra Yavé. (Jeremías 48, 42)

  • ¡Den media vuelta y huyan, escóndanse bien, habitantes de Dedán Porque voy a dejar caer la ruina sobre Esaú, en el momento de su castigo! (Jeremías 49, 8)

  • Así, pues, escuchen la decisión que Yavé ha tomado contra Edom y sus proyectos contra los habitantes de Temán: Sí, hasta las ovejas más flacas serán llevadas a la rastra, y, al verlo, el rebaño se estremecerá de espanto. (Jeremías 49, 20)

  • Contra el país de Meratayim. «Sube al país de Meratim, y atácalo; a los habitantes de Pecod persíguelos, toma la espada y mátalos, dice Yavé. Ejecuta mis órdenes fielmente.» (Jeremías 50, 21)

  • Pero su Redentor es poderoso, su nombre es Yavé de los Ejércitos. El ha tomado la defensa de su causa; dará paz al mundo, pero hará temblar a los habitantes de Babilonia. (Jeremías 50, 34)

  • Así habla Yavé: Voy a levantar contra los habitantes de Babilonia un viento impetuoso. (Jeremías 51, 1)

  • Frente a las murallas de Babilonia levanten banderas, refuercen la guardia, coloquen centinelas, preparen emboscadas, porque Yavé mismo pensó el plan, y ahora cumplirá lo que digo contra los habitantes de Babilonia. (Jeremías 51, 12)

  • ¡Caigan sobre Babilonia mi humillación y mis sufrimientos, y mi sangre sobre los habitantes de Caldea!, dice Jerusalén. (Jeremías 51, 35)

  • Dirán: Que todos reconozcan la justicia del Señor, nuestro Dios. En cambio, a nosotros nos corresponde la vergüenza y también a los habitantes de Judá y de Jerusalén, (Baruc 1, 15)

  • haré cesar en las ciudades de Judá y en Jerusalén el canto de gozo y de alegría, el canto del esposo y de la esposa, y todo el país llegará a ser una desolación, sin habitantes.» (Baruc 2, 23)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina