Znaleziono 226 Wyniki dla: Levitas

  • Los levitas no tendrán parte al lado de sus hermanos, pues ya recibieron su herencia al ser sacerdotes de Yavé. En cuanto a los de Gad y de Rubén y de la media tribu de Manasés, ya recibieron de Moisés su parte al oriente del Jordán.» (Josué 18, 7)

  • Así, pues, los hijos de Israel dieron a los levitas estas ciudades con sus alrededores, como lo mandó Yavé por medio de Moisés, distribuyéndolas a cada uno por suerte. (Josué 21, 8)

  • A los demás hijos de Quehat, levitas de grado inferior repartidos en sus familias, se les dieron: de la tribu de Efraím, (Josué 21, 20)

  • También a los hijos de Guersón, levitas de inferior grado, Josué dio de la media tribu de Manasés dos ciudades con sus alrededores, a saber: Golán, en Basán, que era ciudad de refugio, y Astarot. (Josué 21, 27)

  • Asimismo a los hijos de Merarí, levitas de inferior grado, se les dieron, según sus familias: Jecnán, Carta, (Josué 21, 34)

  • Así las ciudades de los levitas en medio de la herencia de los hijos de Israel fueron cuarenta y ocho, (Josué 21, 41)

  • Mientras tanto los levitas habían bajado el Arca de Dios y el cofre que estaba a su lado, que contenía los objetos de oro, y colocaron todo sobre la gran piedra. Los de Bet-Semes ofrecieron aquel día sacrificios a Yavé, (1 Samuel 6, 15)

  • El sacerdote Sadoc y todos los levitas llevaban el Arca de la Alianza. La colocaron junto a Abiatar hasta que todos salieron de la ciudad. (2 Samuel 15, 24)

  • Hijos de Merarí: Majlí y Musi. Estas son las familias de los levitas, según sus casas paternas. (1 Crónicas 6, 4)

  • Sus hermanos, los levitas, estaban dedicados al servicio de la morada de la Casa de Dios. (1 Crónicas 6, 33)

  • los hijos de Israel dieron a los levitas estas ciudades con sus pastizales. (1 Crónicas 6, 49)

  • Los primeros que volvieron a habitar en sus propiedades y ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y donados. (1 Crónicas 9, 2)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina