Znaleziono 138 Wyniki dla: Mandado

  • El Señor ha mandado una palabra, y es buena noticia para el gran ejército: (Salmos 68, 12)

  • Llegó a Siria con palabras de paz y los habitantes de las ciudades le abrieron las puertas y le salieron al encuentro, porque así lo había mandado Alejandro, pues era su suegro. (1 Macabeos 11, 2)

  • Los mensajeros que han mandado a nuestro pueblo nos informaron de los éxitos y de la prosperidad de su nación. Nos alegramos por su venida. (1 Macabeos 14, 21)

  • Pero hubo un hombre que corrió y llegó antes que ellos a Gazer para anunciar a Juan que su padre y hermanos habían sido muertos, y le dijo: «Ha mandado a alguien para matarte también a ti.» (1 Macabeos 16, 21)

  • Juan quedó espantado con esta noticia. Se apoderó de los mensajeros que habían mandado para matarlo y los mató, pues sabía que venían a asesinarlo. (1 Macabeos 16, 22)

  • He mandado a Menelao para que los tranquilice. (2 Macabeos 11, 32)

  • Ellos respondieron: «El propio Señor vivo, soberano del cielo, es el que ha mandado celebrar el día séptimo.» (2 Macabeos 15, 4)

  • Profundiza lo que se te ha mandado, no tienen necesidad alguna de conocer los misterios ocultos. (Sirácides (Eclesiástico) 3, 22)

  • Teme al Señor y honra al sacerdote; dale su parte como se te ha mandado: las primeras cosechas de tu campo, el sacrificio por el pecado, el lomo de las víctimas, las ofrendas santas y las primicias de las cosas sagradas. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 31)

  • Conforme a lo que está mandado, cuida del pobre; fíjate qué es lo que necesita y no lo despaches con las manos vacías. (Sirácides (Eclesiástico) 29, 9)

  • Aquel año el generalísimo de Sargón, rey de Asiria, fue mandado a Azoto; la atacó y se apoderó de esta ciudad. (Isaías 20, 1)

  • He aquí que uno, robusto y macizo, mandado por el Señor, los tirará al suelo de un empujón, como si fuese una fuerte granizada, un viento huracanado o una inundación de lluvias torrenciales. (Isaías 28, 2)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina