Znaleziono 451 Wyniki dla: Pecado

  • No le entreguen sus miembros, que vendrían a ser como malas armas al servicio del pecado. Por el contrario, ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida, y que sus miembros sean como armas santas al servicio de Dios. (Carta a los Romanos 6, 13)

  • El pecado ya no los volverá a dominar, pues no están bajo la Ley, sino bajo la gracia. (Carta a los Romanos 6, 14)

  • Si se entregan a alguien como esclavos, pasan a ser sus esclavos y obedecen sus órdenes, ¿no es así? Si ese dueño es el pecado, irán a la muerte, mientras que obedeciendo a la fe, alcanzarán una vida santa. (Carta a los Romanos 6, 16)

  • Así, pues, demos gracias a Dios, porque antes tenían como dueño al pecado, pero han obedecido de todo corazón a esa doctrina a la cual se han entregado. (Carta a los Romanos 6, 17)

  • Y, liberados del pecado, se hicieron esclavos del camino de justicia. (Carta a los Romanos 6, 18)

  • Cuando eran esclavos del pecado, se sentían muy libres respecto al camino de justicia. (Carta a los Romanos 6, 20)

  • Ahora, en cambio, siendo libres del pecado y sirviendo a Dios, trabajan para su propia santificación, y al final está la vida eterna. (Carta a los Romanos 6, 22)

  • El pecado paga un salario y es la muerte. La vida eterna, en cambio, es el don de Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Carta a los Romanos 6, 23)

  • Cuando no éramos más que «carne», la Ley estimulaba las pasiones propias del pecado, que actuaban en nuestro cuerpo produciendo frutos de muerte. (Carta a los Romanos 7, 5)

  • ¿Qué significa esto? ¿Que la Ley es pecado? De ninguna manera. Pero yo no habría conocido el pecado si no fuera por la Ley. Yo no tendría conciencia de lo que es codiciar si la Ley no me hubiera dicho: «No codiciarás». (Carta a los Romanos 7, 7)

  • El pecado encontró ahí su oportunidad y se aprovechó del precepto para despertar en mí toda suerte de codicias, mientras que sin ley, el pecado es cosa muerta. (Carta a los Romanos 7, 8)

  • Hubo un tiempo en que no había Ley, y yo vivía. Pero llegó el precepto, dio vida al pecado, (Carta a los Romanos 7, 9)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina