Znaleziono 194 Wyniki dla: Preguntó

  • «¿A qué familia y tribu perteneces?», preguntó Tobit. (Tobías 5, 11)

  • El joven preguntó al ángel: «Hermano Azarías, ¿qué remedios son el corazón, el hígado y la hiel del pez?» (Tobías 6, 7)

  • Edna les preguntó: «Hermanos, ¿de dónde son?» «Somos de los hijos de Neftalí, respondieron, de los desterrados de Nínive.» (Tobías 7, 3)

  • Cuando estuvieron reunidos, les preguntó qué había que hacer, según la ley, con la reina Vasti, que había desobedecido sus órdenes. (Ester 1, 15)

  • «¿Qué te pasa, reina Ester?», le preguntó él, un momento después. «Dime, ¿qué deseas? Pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré.» Ella le dijo: (Ester 5, 3)

  • Este preguntó si se le había premiado a Mardoqueo por eso con alguna distinción o cargo. Los jóvenes que lo atendían le respondieron que no se había hecho nada. Precisamente en ese momento entraba Amán al patio del palacio para pedirle al rey que mandara colgar a Mardoqueo de la horca que él había ordenado levantar. (Ester 6, 3)

  • Y me pregunto: ¿Por qué me han venido encima tantas penas y me siento tan desanimado, yo que era generoso y amado mientras ejercía el poder? (1 Macabeos 6, 11)

  • Luego le preguntó: «¿Por qué has movilizado tanta gente? ¿Acaso somos enemigos? (1 Macabeos 12, 44)

  • El rey preguntó a Heliodoro a quién podría mandar de nuevo a Jerusalén para realizar lo que él no había hecho. (2 Macabeos 3, 37)

  • Pero el malvado preguntó si en efecto había en el cielo un Soberano que hubiera ordenado santificar el sábado. (2 Macabeos 15, 3)

  • Entonces Isaías vino a ver a Ezequías y le preguntó: «¿Qué han dicho esos hombres? ¿De dónde venían?» Y Ezequías respondió: «Han venido de un país lejano, de Babilonia.» (Isaías 39, 3)

  • Isaías le preguntó: «¿Qué han visto en tu palacio?» Ezequías respondió: «Han visto todo lo que hay en mi palacio. No ha quedado nada en mis almacenes que no les haya mostrado.» (Isaías 39, 4)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina