Znaleziono 39 Wyniki dla: Raíces

  • Sus hijos serán plantas sin raíces, sus ramas no producirán frutos. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 25)

  • Eché raíces en el pueblo glorificado por el Señor, en su dominio que es su herencia. (Sirácides (Eclesiástico) 24, 12)

  • Los retoños de los malvados casi no tendrán ramas, sus raíces no encontrarán más que roca dura. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 15)

  • Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces. (Isaías 11, 1)

  • El resto que sobrevivirá del pueblo de Judá, volverá a echar raíces y a dar fruto. (Isaías 37, 31)

  • Apenas han sido plantados o sembrados, apenas su tallo ha echado raíces en el suelo, sopla sobre ellos y se secan, y un viento fuerte se los lleva como paja. (Isaías 40, 24)

  • Los plantas en esta tierra y en seguida echan raíces, crecen y dan frutos, a pesar de que te honran con puras palabras y estás lejos de sus corazones. (Jeremías 12, 2)

  • Es como mata de cardo en la estepa; no sentirá cuando llegue la lluvia, pues echó sus raíces en lugares ardientes del desierto, en un solar despoblado. (Jeremías 17, 6)

  • Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente: no tiene miedo de que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se inquieta, ni deja de producir sus frutos. (Jeremías 17, 8)

  • La planta creció, llegó a ser una parra, baja de estatura pero fértil, que extendía sus ramas hacia el águila mientras sus raíces se hundían. La parra brotó y se convirtió en una vid grande, dio guías y sarmientos. (Ezequiel 17, 6)

  • Pero llegó otra águila, grande, de anchas alas, de tupido plumaje, y la parra dirigió sus raíces y sus ramas hacia ella, esperando encontrar más agua que la que tenía en su tierra. (Ezequiel 17, 7)

  • Y ahora pregunta Yavé: ¿Prosperará? ¿No arrancará el otro sus raíces, cortará sus racimos y dejará que se sequen sus brotes? No necesitará de mucho esfuerzo ni de mucha mano de obra para arrancarla de raíz. (Ezequiel 17, 9)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina