Znaleziono 70 Wyniki dla: Ropas
Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, que habían formado parte de los espías, rasgaron sus ropas. (Números 14, 6)
En seguida el sacerdote lavará sus ropas, se bañará en agua, y regresará al campamento; el sacerdote quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 7)
El que haya quemado la vaca lavará sus ropas en el agua y se bañará, quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 8)
El que haya recogido las cenizas de la vaca lavará sus ropas y quedará impuro hasta la tarde: es una ley perpetua tanto para los israelitas como para el extranjero que vive con ustedes. (Números 19, 10)
El hombre puro rociará al que está impuro al tercero y séptimo día; el séptimo día este último hará la expiación. Lavará sus ropas y se bañará en agua, y a la tarde quedará puro. (Números 19, 19)
Este será un rito perpetuo. El que rocíe con el agua de purificación tendrá que lavar sus ropas, y el que haya sido tocado por esa agua quedará impuro hasta la tarde. (Números 19, 21)
No violarás el derecho del forastero, ni del huérfano, ni tomarás en prenda las ropas de la viuda. (Deuteronomio 24, 17)
se pusieron unas sandalias muy gastadas y remendadas y unas ropas también muy usadas. Para el camino llevaron unos panes duros y hechos migas. (Josué 9, 5)
Al verla, Jefté rasgó sus ropas y gritó: «Hija mía, me has destrozado; tú has salido para desgracia mía. Pues hice a Yavé un voto insensato y ahora no puedo volverme atrás.» (Jueces 11, 35)
Entonces Absalón dijo a sus servidores: «Ustedes conocen el campo de Joab sembrado de cebada, que está junto al mío. Pues bien, vayan allá y préndanle fuego.» Los servidores de Joab, por su parte, vinieron con sus ropas desgarradas a decirle a su amo que los trabajadores de Absalón habían incendiado su campo. (2 Samuel 14, 30)
Tú sabes, además, lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia: cómo asesinó a los dos generales del ejército de Israel, Abner y Amasá. Quiso vengarse en tiempo de paz de las muertes que hubo durante la guerra. Con esa sangre, no sólo manchó sus ropas y sus zapatos, sino también mi fama. (1 Reyes 2, 5)
Cuando Ajab oyó estas palabras, rasgó sus ropas y se puso un saco sobre el cuerpo, ayunó y se acostó con el saco puesto, y andaba cabizbajo. (1 Reyes 21, 27)