Znaleziono 2285 Wyniki dla: Saúl y sus hijos

  • David agradó a Dios y quiso darle un lugar donde descansara entre los hijos de Jacob. (Hecho de los Apóstoles 7, 46)

  • Pablo, pues, se levantó, hizo señal con la mano pidiendo silencio y dijo: «Hijos de Israel y todos ustedes que temen a Dios, escuchen: (Hecho de los Apóstoles 13, 16)

  • Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. (Hecho de los Apóstoles 13, 21)

  • Hermanos israelitas, hijos y descendientes de Abrahán, y también ustedes los que temen a Dios, a todos nosotros se nos ha dirigido este mensaje de salvación. (Hecho de los Apóstoles 13, 26)

  • y que cumplió para nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como está escrito en el Salmo: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. (Hecho de los Apóstoles 13, 33)

  • Entre los que hacían esto estaban los hijos de un sacerdote judío, llamado Escevas. Un día entraron en una casa y se atrevieron a hacer eso, (Hecho de los Apóstoles 19, 14)

  • Y han oído decir que enseñas a todos los judíos del mundo pagano que se aparten de Moisés, que no circunciden a sus hijos ni vivan según las tradiciones judías. (Hecho de los Apóstoles 21, 21)

  • Por eso la fe es el camino, y todo es don. De este modo la promesa de Abrahán queda asegurada para toda su raza, no sólo para sus hijos según la Ley, sino también para aquellos que por la fe son hijos suyos. (Carta a los Romanos 4, 16)

  • No vaciló en su fe, olvidando que su cuerpo ya no podía dar vida -tenía entonces unos cien años- y que su esposa Sara ya no podía tener hijos. (Carta a los Romanos 4, 19)

  • Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos e hijas de Dios. (Carta a los Romanos 8, 14)

  • Entonces no vuelvan al miedo; ustedes no recibieron un espíritu de esclavos, sino el espíritu propio de los hijos, que nos permite gritar: ¡Abba!, o sea: ¡Papá! (Carta a los Romanos 8, 15)

  • El Espíritu asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. (Carta a los Romanos 8, 16)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina