Znaleziono 26 Wyniki dla: Sirvieron

  • Luego sirvieron a la gente. Pero en cuanto probaron la sopa, gritaron: «Hombre de Dios, es puro veneno», y no pudieron comer más. (2 Reyes 4, 40)

  • Sirvieron a sus repugnantes ídolos a pesar de que Yavé les había dicho: «Ustedes no deben hacer tal cosa.» (2 Reyes 17, 12)

  • Mientras vivían en su reino, gozando de la prosperidad que venía de ti, y la muy fértil y espaciosa tierra que tú les habías preparado, no te sirvieron ni se arrepintieron de sus pecados. (Nehemías 9, 35)

  • que fueron exterminados junto a Endor, y de abono sirvieron a la tierra. (Salmos 83, 11)

  • Sirvieron a los ídolos, que fueron una trampa para ellos; (Salmos 106, 36)

  • Las artimañas de la magia no sirvieron para nada, y su pretendida sabiduría recibió un tajante desmentido, (Sabiduría 17, 7)

  • y ¿tú piensas que te vas a librar? ¿De qué les sirvieron sus dioses a las naciones que mis padres conquistaron, a Gozán, Jarán, Résef, y a los arameos de Tel-basar? (Isaías 37, 12)

  • Mas, ahora, voy a denunciar tu buena conducta y tus acciones que no te sirvieron para nada. (Isaías 57, 12)

  • Los expondrán al sol, a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y sirvieron, a quienes siguieron, consultaron y adoraron. No serán recogidos para ser enterrados de nuevo, sino que quedarán como abono por el suelo. (Jeremías 8, 2)

  • Las mismas manos de tiernas mujeres cocieron a sus hijos, los sirvieron como comida en la ruina de la Hija de mi pueblo. (Lamentaciones 4, 10)

  • A él se le dio poder, honor y reino, y todos los pueblos y las naciones de todos los idiomas le sirvieron. Su poder es poder eterno y que nunca pasará; y su reino jamás será destruido (Daniel 7, 14)

  • Entonces mandó a la gente que se sentara en el suelo y, tomando los siete panes, dio gracias, los partió y empezó a darlos a sus discípulos para que los repartieran. Ellos se los sirvieron a la gente. (Evangelio según San Marcos 8, 6)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina