Znaleziono 461 Wyniki dla: agua de la roca

  • La mujer le dijo: «Señor, dame de esa agua, y así ya no sufriré la sed ni tendré que volver aquí a sacar agua.» (Evangelio según San Juan 4, 15)

  • Jesús volvió a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real en Cafarnaún que tenía un hijo enfermo. (Evangelio según San Juan 4, 46)

  • y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos (y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara, (Evangelio según San Juan 5, 3)

  • porque un ángel del Señor bajaba de vez en cuando y removía el agua; y el primero que se metía después de agitarse el agua quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.) (Evangelio según San Juan 5, 4)

  • El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro.» (Evangelio según San Juan 5, 7)

  • el que cree en mí. Lo dice la Escritura: De él saldrán ríos de agua viva.» (Evangelio según San Juan 7, 38)

  • Echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de los discípulos; y luego se los secaba con la toalla que se había atado. (Evangelio según San Juan 13, 5)

  • sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua. (Evangelio según San Juan 19, 34)

  • Apenas Pedro oyó decir que era el Señor, se puso la ropa, pues estaba sin nada, y se echó al agua. Los otros discípulos llegaron con la barca -de hecho, no estaban lejos, a unos cien metros de la orilla; arrastraban la red llena de peces. (Evangelio según San Juan 21, 8)

  • Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días.» (Hecho de los Apóstoles 1, 5)

  • Siguiendo el camino llegaron a un lugar donde había agua. El etíope dijo: «Aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?» ( (Hecho de los Apóstoles 8, 36)

  • Entonces hizo parar su carro. Bajaron ambos al agua y Felipe bautizó al eunuco (Hecho de los Apóstoles 8, 38)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina