Znaleziono 14 Wyniki dla: calamidad

  • diez mil hombres elegidos de todo Israel. El combate se endureció sin que los benjaminitas se dieran cuenta de la calamidad que se les venía encima. (Jueces 20, 34)

  • Entonces los israelitas hicieron frente y los benjaminitas temblaron ante la calamidad que se les venía encima. (Jueces 20, 41)

  • Después, déjenla marchar. Y fíjense: si toma el camino de su país, hacia Bet-Semes, sepan que es el Dios de Israel quien nos ha causado esta gran calamidad; si no, sabremos que no ha sido su mano la que nos ha castigado y que todo esto nos ha pasado por casualidad.» (1 Samuel 6, 9)

  • Cuando haya hambre en el país, cuando haya peste, plaga del trigo, langosta o pulgón, cuando el enemigo tenga sitiada una de sus ciudades, en toda calamidad y enfermedad, escúchalos. (1 Reyes 8, 37)

  • Tú te dices: "He derrotado a Edom." Por esto te sientes muy glorioso, pero quédate ahora en tu casa. ¿Por qué exponerte a una calamidad y a caer tú y Judá contigo?» (2 Crónicas 25, 19)

  • Si una calamidad trae repentinamente la muerte, se ríe de la desesperación de los inocentes. (Job 9, 23)

  • Pero te va a ocurrir una desgracia que no podrás evitar, una calamidad caerá sobre ti, y no podrás hacerle el quite. De repente te va a pasar algo muy grave, en lo que no pensabas. (Isaías 47, 11)

  • Como si fuera el viento de oriente, los desparramaré frente al enemigo. La espada y no la cara les mostraré, en el día de su calamidad. (Jeremías 18, 17)

  • Comenzarás así: Escuchen la palabra de Yavé, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel. Voy a mandar una calamidad tal sobre este lugar, que le zumbarán los oídos a quien la oiga, (Jeremías 19, 3)

  • Escuchen los gritos que se sienten desde Abarim: «¡Calamidad! ¡Desastre total! ¡Moab ha sido arrasada!» (Jeremías 48, 3)

  • Edom quedará hecho una calamidad: todos los que pasen cerca silbarán horrorizados, al ver todas sus heridas. (Jeremías 49, 17)

  • El cumplió las palabras que pronunció contra nosotros y contra los que nos gobernaban. Hizo venir sobre nosotros una calamidad tremenda. No, no hubo jamás otra mayor que la que cayó sobre Jerusalén (Daniel 9, 12)


“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina